jueves, 28 de febrero de 2013

Andalucía, ejemplo de Investigación, Desarrollo e Innovación

Como todos sabemos, incluida esa persona que entra cada pocos días en el blog desde Mountain View, California, y que no tengo ni putísima idea de qué le puede atraer de este sitio, hoy es el Día de Andalucía. Un día en el que nos damos golpecitos en el pecho (con razon) mientras nos cagamos en los putos muertos pisoteaos a caballo de los guionistas, productores, y demás gente de baja estofa que, si hay un papel de criada o de puta en una película o serie, se lo encasquetan a una mujer con acento andaluz.

Y como por aquí no es que haya manifestaciones a diario pidiendo la independencia de Andalucía del resto de España (Madrí noh roba, pisha), celebramos un día señalado como se celebra en el resto de España: no trabajando.

Estamos en el año 2013 después de Jesucristo. Toda Andalucía está invadida por el silencio de los cientos de miles de despertadores que hoy, por ser festivo, no suenan a las seis de la mañana... ¿Toda? ¡No! ¡Una Universidad poblada por irreductibles investigadores andaluces resiste todavía y siempre al invasor!

Porque sí señores, aquí también hay I+D+I. En este preciso momento dichos investigadores están centrados en la fabricación de un artilugio para mejorar la calidad de vida de todos y cada uno de nosotros. Más concretamente en un aparato de gimnasia pasiva que eleve el ritmo cardiaco, active el organismo, estimule el sistema nervioso y reduzca el estrés. Además, tiene que ser fácil de montar y desmontar, ser válido para hombres y mujeres y debe requerir poca potencia eléctrica, para reducir el consumo de energía y las emisiones de CO2 a la atmósfera.

Sé que por ahí ya hay algún malpensado que piensa lo que no es, pero por lo que me han dicho puede ser un artefacto que marque un antes y un después en el campo de la actividad física y el relax de la persona. Me cuentan que ya hay un primer prototipo ensamblado, aunque es sólamente el correspondiente a la versión masculina.

Estos esforzados investigadores han pedido un voluntario, y yo, como soy buena gente y siempre estoy dispuesto a ayudar, me he ofrecido. Si sale bien la cosa, me compro seis.