Rivalidad sana

Es triste tener que esperar hasta la muerte de un joven jugador para que dos aficiones se traten como es debido. Pero si el destino lo ha querido así hay que aceptarlo. Ahora es el momento de enterrar todo tipo de acciones, gestos, palabras...que mancharon a la ciudad que posee a las mejores aficiones del mundo, el sevillismo y el beticismo que reina en la ciudad de Sevilla. Todos los sevillanos tenemos el privilegio de disfrutar del buen fútbol que ofrecen dos equipos que juegan, dicen algunos, en la mejor liga del mundo. Corren malos momentos, Sevilla llora la pérdida de todo un ejemplo de un ser bueno dentro y fuera del terreno de juego. Ese era Antonio Puerta, jugador del Sevilla F.C que tuve el placer de conocer durante mis tres meses de becario el pasado verano. Como jugador, qué les voy a decir que no sepan, pero como persona les afirmo que era un jugador muy abierto con los medios y con todo aquel que se le acercara a comentarle algo. Alguien agradable y con buen humor. Alguien que estaba empezando y tenía un futuro prometedor por delante. Alguien que por algún motivo tenía que marcharse, quién sabe, quizás su cometido era marcar un antes y un despúes entre dos grandes aficiones. Puerta nos ha regalado buen fútbol y ahora ya en el cielo, nos brinda la oportunidad de que Betis y Sevilla firmen la paz para siempre.

Firmado: Sergio Caraballo Pérez

Un bético que nunca te olvidará